Page 193 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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manchas de nieve vieja y un pequeño lago que
acababa de perder el hielo. Nosotros. Yo. Es
posible seguir juntos. Pensad lo que queráis, pero
yo tenía esa sensación. Jasper andaba detrás de
mí, exploraba los márgenes del camino, igual que
antes, solo que invisible. Un lago como una gema
en un engaste de tundra tupida y pedregal
rugoso, el agua del color verde luminoso y sin
remordimientos de una piedra semipreciosa pero
labrada por el viento. Luego ya no. La superficie
se calmó y volvió a parecer un cristal, quedó
pulida en un instante, reflejaba las nubes oscuras
que se agrupaban y se derramaban sobre las
cumbres como si se hubieran fundido, y de
repente hacía mucho frío y los copos de nieve
empezaron a tocar la superficie. Y desaparecían
sin formar círculos, en silencio. Solté la brida del
trineo. Estaba a cincuenta metros del agua. La
nieve era cada vez más densa. Una gasa blanca
que oscurecía el aire, que apresuraba el
anochecer como el fuego hace más negra la
noche. Me quedé paralizado. Hacía demasiado
frío para ir sin guantes, pero llevaba las manos
desnudas. Los copos se me pegaban en las
pestañas. Me caían sobre las mangas. Eran
enormes. Flores y estrellas. Caían los unos sobre
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