Page 233 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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fuselaje y al día siguiente tuve que limpiarlo con
el cepillo. Las cosas como son, podría haberme
pasado a mí. El mortero no es un arma de
precisión. Bangley dijo que había calculado el
alcance y el ángulo para cinco puntos del camino
y estaba bastante seguro. Pero el caso es que
corrió un gran riesgo, vio que la situación me
estaba superando y…
Me limpié la boca con el dorso de la mano y
me dirigí al sur y al este y observé las carreteras
que llevaban al campamento de las familias, y
nada. De vuelta desde el este vi a una docena en
el solar y la pieza de ropa interior roja colgando
flácida del mástil y aterricé. Di unos cuantos botes
por el camino de entrada y apagué el motor. Bajé
de la cabina con el cuerpo entumecido.
Aaron era un hombre alto y arrugado, con una
barba ganchuda, una barba como una paleta de
madera tallada. Estaba consumido por el mal de
la sangre, como la mayoría de ellos, y se movía
con parsimonia, como si fuera mucho mayor de lo
que era en realidad. Me saludó con la mano, que
se veía enorme al lado de la delgada muñeca que
sobresalía de una camisa de franela remendada.
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