Page 360 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 360
que era mi —nuestra— auténtica casa, la de
aquella calle de la zona oeste de la ciudad, a dos
manzanas del lago. Pero no parecía nuestra
casa, era un búnker de ladrillos bajo y con
chimeneas, a todas luces un crematorio, y yo
estaba fuera, confundido otra vez,
preguntándome dónde iba a dormir o a darle de
comer a Jasper.
Supongo que oí el ruido de sus pasos por
encima del canto del arroyo. Al despertar, salí de
la confusión del sueño para volver a la
acumulación de pérdidas, a la luz suave, pero en
un mundo donde no queda nada eso es como
pasar del aire al aire.
¿Qué puede saber del agua un pez? Muchas
cosas, creo yo.
Apagué el sueño, cogí la taza. Parecía que
aquel hombre no dormía nunca. Nunca tenía las
facciones borrosas, vamos. Cuando se enfadaba
se le afilaban aún más, pero siempre las tenía
afiladas.
Dentro de unas semanas, si no llueve, y no
lloverá, llegará el momento de irse.
Me enderecé.
360

