Page 402 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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después y por qué afectó a tantos supervivientes.


              Quería  preguntárselo  desde  que  supe  que  era


              médica  y  cuál  era  su  especialidad,  solo  que


              entonces me contó lo de la muerte de su marido


              en  el  hospital  y  no  quise  reabrir  viejas  heridas;


              pero  ahora  estaba  decidido.  El  tema  lo  había


              sacado  ella,  pero  luego  se  puso  a  llorar.  Yo


              también  tenía  ganas  de  llorar,  pero  ya  no  me



              quedaban lágrimas. Era como un trapo escurrido.




                     Desnudo, sentado sobre las piedras y con los


              pies  en  el  agua,  sintiendo  el  aire  húmedo  que


              emanaba de la cascada, sin oír nada más que el


              estruendo  del  agua  al  caer,  con  el  sol


              quemándome  las  orejas.  Sin  pensar  en  nada.


              Agradecido. Era el momento del día que más me


              gustaba.  Aquel  en  el  que  podía  decir:  estoy  en



              paz. Aquí, junto al arroyo agonizante.



                     La  tarde  de  la  mañana  en  que  estuvimos



              recogiendo acelgas fui a la cascada, y al quitarme


              la  camisa  sudada  y  manchada  de  tierra  me  di


              cuenta  de  que  ya  tocaba  lavarla;  es  decir:


              enjuagarla, golpearla contra las rocas y escurrirla.


              Otra cosa por la que estar agradecido: no había


              montones  de  ropa  para  lavar,  tender,  doblar  y


              guardar en esos compartimentos del armario que






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