Page 96 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 96

había  truchas  porque  los  ríos  se  habían


              calentado demasiado, pero pescaba matalotes y


              carpas. Pescaba a fondo con ninfa, como antes, y


              vencía  la  repulsión  cuando  atrapaba  a  un


              matalote,  esa  floja  resistencia  que  no  podía


              llamarse  lucha  y  esos  labios  distendidos  y  esas


              escamas.  Me  obligué  a  acostumbrarme  a  su


              sabor  y  a  sus  espinas.  Ahora  que  no  había



              truchas  las  carpas  habían  ocupado  su  nicho  y


              subían  cada  vez  más  a  la  superficie  para


              alimentarse, así que a veces incluso pescaba con


              mosca  seca.  Nunca  le  llevaba  mis  capturas  a


              Bangley porque no lo habría entendido. Las horas


              que dedicaba a pescar. El peligro de abstraerse


              junto a un riachuelo que era lugar de paso para



              animales y viajeros.




                     Pero  pescaba.  Él  lo  habría  considerado  un


              pasatiempo, el nombre despectivo que aplicaba a


              cualquier  cosa  que  no  estuviera  directamente


              relacionada  con  nuestra  supervivencia  o  con


              matar o con la preparación para matar, que venía


              a ser lo mismo. Joder, Hig, no estamos aquí para


              andarnos con pasatiempos, ¿eh? Por el amor de


              Dios. Cazar ciervos era otra cosa. La cantidad de


              proteínas  de  calidad  conseguidas  en  una








                                                                                                            96
   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101