Page 40 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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en la Stanford B‐School con la natación, el patinaje y el
jeet kune do. Lord Finkle‐McGraw hizo una reverencia
cuando las sandalias tocaron el suelo. Ella extendió la
mano, y él la besó; aunque era atrevido, estaba permitido
si eras viejo y tenías estilo, como Alexander Chung‐Sik
Finkle‐McGraw.
—Agradecemos a lord Finkle‐McGraw, Tectónica
Imperial S.L. y Sistemas de Fase Máquina S.L. una vez
más por esta adorable ocasión. Disfrutemos ahora de este
magnífico ambiente antes de que, como la primera
Atlantis, se hunda para siempre bajo las olas.
Los padres de Atlantis/Shanghai bajaron las pasarelas,
aunque muchos habían vuelto a los camarotes para
cambiarse de ropa después de ver cómo vestían la Reina
y el Príncipe Consorte. La gran noticia, que en aquellos
momentos ya estaba siendo enviada al Times por
columnistas de moda con telescopios a bordo de la
?Ether, era que el parasol había vuelto.
Gwendolyn Hackworth no había metido un parasol en
la maleta, pero no le preocupaba; siempre había poseído
cierto olvido inconsciente y natural con respecto a la
moda. Ella y John bajaron a la isla. Para cuando los ojos
de Hackworth se ajustaron a la luz del sol, ya estaba
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