Page 1007 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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entenderse.
— ¿Tus compañeros saben cómo encontrarte aquí?
—inquirió Pengefinchess con brusquedad. Él asintió
(otro rasgo humano que los vodyanoi de la ciudad
habían adoptado) —. Yo ya he terminado —le
anunció—. Debes encargarte del cable por ti solo.
Puedes esperarlos. Yo me marcho —él la miró, todavía
hosco y volvió a asentir, alzando la mano en un
movimiento agitado que tal vez fuera alguna forma de
saludo—. Sé fecundo —dijo ella. Era la despedida
tradicional.
Se sumergió bajo la superficie del Alquitrán y se
impulsó para alejarse.
Pengefinchess nadó hacia el este, siguiendo la
corriente del río. Estaba en calma, pero una excitación
creciente se apoderaba de ella. No tenía planes ni lazos.
De pronto, se preguntó qué era lo que iba a hacer.
La corriente la impulsaba hacia la Isla Strack, donde
el Alquitrán y el Cancro se encontraban en una confusa
corriente y se convertían en el Gran Alquitrán.
Pengefinchess sabía que la base sumergida del
Parlamento en la isla estaba vigilada por patrullas de
soldados vodyanoi, y mantuvo las distancias. Se apartó
de la corriente, se dirigió abruptamente hacia el
noroeste y, nadando contra corriente, pasó al Cancro.
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