Page 1027 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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operaba en el edificio. Las chamuscadas habitaciones
llevaban mucho tiempo abandonadas por todos salvo
los vagabundos a quienes no molestaba el olor del
carbón, que todavía, al cabo de una década, reinaba
tenaz en el lugar.
Después de más de dos horas de avanzar a un ritmo
de tortura, Isaac y Yagharek llegaron a esta cáscara
vacía y se desplomaron agradecidos en su interior.
Soltaron a Andrej, volvieron a atarle las manos y los
pies y lo amordazaron antes de que despertara. Luego
devoraron la poca comida que tenían, se sentaron en
silencio y esperaron.
Aunque el cielo era luminoso, su refugio estaba
sumido en la oscuridad que proyectaba la estación. Al
cabo de poco más de una hora llegaría el crepúsculo,
seguido muy de cerca por la noche.
Hablaron en voz baja. Andrej despertó y volvió a
hacer sus ruidos, al tiempo que lanzaba miradas
horrorizadas a su alrededor y suplicaba que lo
liberasen, pero Isaac lo miró con ojos demasiado
cansados y desdichados como para sentir culpa.
A las siete en punto se escuchó el ruido de alguien
que trasteaba con la puerta, ampollada a causa del
calor. Resultó audible de inmediato sobre el traqueteo
callejero proveniente del Cuervo. Isaac sacó su pistola
e indicó a Yagharek con un gesto que guardara silencio.
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