Page 214 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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el tren pareció cabalgar sobre una corriente de niebla.
Los sonidos de la industria se incrementaron. A su
paso por Sunter, el tren voló entre vastos bosques de
chimeneas quemadas. El Ecomir era una salvaje zona
industrial un poco al este. Un poco abajo y un poco al sur,
pensó Derkhan, se está preparando el piquete vodyanoi.
Buena suerte, hermanos.
La gravedad la empujó hacia el oeste al girar el tren.
Abandonaron la línea Arboleda para alejarse hacia el
este y ascendieron para saltar el río.
Al virar, aparecieron los mástiles de los altos esquifes
en Arboleda, meciéndose suavemente en las aguas.
Alcanzó a divisar las velas plegadas, las inmensas
palas y los escapes bostezantes, los apretados gusanos
marinos formados por los barcos mercantes de
Myrshock, y Shankell, y Gnurr Kett. El agua hervía de
sumergibles tallados en grandes conchas de nautilos.
Derkhan giró la cabeza para mirar mientras el tren se
arqueaba.
Podía ver el Gran Alquitrán sobre los tejados al sur,
amplio, incansable, anegado de navíos. Antiguos
reglamentos detenían a los barcos grandes, los
extranjeros, río abajo, a un kilómetro de la confluencia
del Cancro y el Alquitrán. Cargaban más allá de la Isla
Strack, en los muelles. Durante más de dos kilómetros,
la ribera norte del Gran Alquitrán estaba cuajada de
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