Page 253 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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amontonarse  a  sus  pies,  y  los  escalones  estaban

            cubiertos de un polvo fino. En cada planta había dos

            puertas,  y  a  través  de  la  madera  astillada  podían


            distinguirse  los  sonidos  secos  de  las  conversaciones

            garuda.

                Isaac  adoptó  un  paso  lento  y  desdichado.  Lin  lo


            seguía,  ignorando  las  advertencias  de  infartos

            inminentes.  Tras  largos  y  dolorosos  minutos,


            alcanzaron la planta superior.

                Sobre ellos estaba la puerta que daba al tejado. Isaac

            se  apoyó  en  la  jamba  y  se  limpió  la  cara.  Estaba


            empapado de sudor.

                —Dame un minuto, cariño —musitó, consiguiendo


            incluso esbozar una sonrisa—. ¡Dioses! Por la ciencia,

            ¿no? Prepara la cámara... Muy bien. Ahí vamos.

                Se incorporó y frenó la respiración, subiendo poco a


            poco el último tramo de escaleras. Abrió y salió a la luz

            lisa del tejado. Lin lo siguió, cámara en mano.

                Los  ojos  de  khepri  no  necesitaban  tiempo  para


            acostumbrarse  a  los  cambios  de  luz.  Lin  salió  a  un

            áspero  suelo  de  hormigón  lleno  de  basura  y  trozos

            rotos  de  cemento.  Isaac  trataba  desesperado  de


            escudarse los ojos, parpadeando. Miró a su alrededor.

                Un poco al noreste se alzaba la Colina Vaudois, una


            sinuosa cuña de tierra que se elevaba como si intentara

            bloquear la vista del centro de la ciudad. La Espiga, la




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