Page 251 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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sobre las caras y los ojos de los humanos, mientras
flotaban arriba y abajo, manteniéndose siempre lejos de
su alcance.
— ¿Qué gritáis? —chilló el garuda de la izquierda.
—Es fascinante —susurró Isaac a Lin—. Su voz es la
de un pájaro, pero mucho más fácil de entender que la
de Yagharek... El ragamol debe de ser su lengua nativa.
Es probable que nunca haya hablado otra cosa.
Lin e Isaac contemplaron a las magníficas criaturas.
Los garuda estaban desnudos hasta la cadera y cubrían
las piernas con pantalones pardos. Uno de ellos tenía
plumas y piel negras; los otros dos eran de un ocre
oscuro. Lin contempló aquellas enormes alas, que se
extendían y batían con una envergadura de al menos
seis metros y medio.
—Este señor... —comenzó el guía, pero Isaac lo
interrumpió.
—Me alegro de verte —gritó—. Tengo una
propuesta que haceros. ¿Podríamos hablar un
momento?
Los tres garuda se miraron.
— ¿Qué quieres? —gritó el de las plumas negras.
—Bueno, mirad... —Isaac señaló a la multitud con un
gesto—. No es así precisamente como había imaginado
esta charla. ¿Podríamos ir a algún lugar más
reservado?
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