Page 373 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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ha venido a arreglar nuestro constructo, que ha
reventado. Lo que no sé es si podrá oírnos.
Yagharek abrió la boca para responder, pero en ese
momento un delgado y discordante silbido llegó desde
abajo. El pico de Yagharek se mantuvo abierto unos
instantes, con expresión estúpida.
—Parece que no tenemos de qué preocuparnos —
dijo Isaac, sonriendo. Lo está haciendo a propósito, pensó,
para hacernos saber que no está escuchando. Qué educado.
Inclinó la cabeza en invisible agradecimiento al técnico.
Su mente regresó entonces al asunto que los
ocupaba, la sugerente tentativa de Yagharek, y su
sonrisa se desvaneció. Se sentó con pesadez en la cama,
se pasó la mano por el cabello espeso y miró a su
cliente.
— ¿Nunca te sientas, Yag? —dijo en bajo—. ¿Y eso?
Tamborileó con los dedos contra la sien y pensó unos
instantes antes de hablar.
—Yag, viejo... Ya me has impresionado antes con tu...
sorprendente biblioteca. Quiero decirte dos nombres,
para ver si significan algo para ti. ¿Qué sabes de
Suroch, o de la Mancha Cacotópica?
Se produjo un largo silencio. Yagharek miraba
ligeramente hacia arriba, a través de la ventana.
— La Mancha Cacotópica la conozco, por supuesto.
Es lo que se oye siempre que se habla de la Torsión.
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