Page 382 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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cual, por cierto, tengo algo que enseñarte.
Isaac quitó con delicadeza de las manos de Yagharek
el informe Sacramundi y lo devolvió a la estantería.
Abrió el cajón del escritorio negro y sacó su plano.
Lo situó frente a Yagharek, titubeó y lo retiró un
poco.
—Yag, viejo —dijo—, tengo que estar seguro de que
hemos dejado eso atrás, ¿entiendes? ¿Estás...
satisfecho? ¿Convencido? Si vas a enmierdarte con la
Torsión, por el amor de Jabber dímelo ahora y nos
despedimos... con mis condolencias.
Estudió el rostro del garuda con ojos preocupados.
—He oído tu plática, Grimnebulin —respondió tras
una pausa—. Yo... te respeto. —Isaac sonrió sin
humor—. Acepto cuanto dices.
Isaac comenzó a sonreír, y hubiera respondido de no
ser porque Yagharek miraba por la ventana con
melancólica quietud. Mantuvo el pico abierto largo
rato antes de hablar.
—Nosotros los garuda conocemos la Torsión —hacía
amplias pausas entre las frases—. Ha visitado el
Cymek. Lo llamamos rebekh‐lajhnar‐hʹk. —La palabra
tenía la áspera cadencia del iracundo canto de un
pájaro. Yagharek miró a Isaac a los ojos—. Rebekh‐
sackmai es Muerte: «la fuerza que termina». Rebeck‐
kavt es Nacimiento: «La fuerza que comienza». Fueron
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