Page 439 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Sintió que sus pies se alzaban y lo llevaban inexorables
hacia las escaleras de madera. Giró la cabeza mientras
andaba y vio a Sinceridad olfateando cada vez más
cerca de Lublamai. Ahora que no estaba sola,
comenzaba a recuperar el coraje poco a poco.
Todo cuanto Isaac veía parecía moverse a cámara
lenta. Caminaba como si estuviera sumergido en agua
helada.
Subió un peldaño tras otro. No sintió sorpresa, sino
un débil estremecimiento de presagio, cuando vio los
charcos de extraña baba en las huellas, las marcas
recientes dejadas por alguna criatura dotada de garras.
Oyó su propio corazón latiendo con lo que parecía
tranquilidad, y se preguntó si estaba insensibilizado
por el choque.
Pero cuando llegó a lo alto y se volvió para observar
la jaula derribada sobre un costado, con su tupida tela
de gallinero destrozada desde dentro, como pequeños
dedos de metal explotando desde un orificio central, y
cuando vio la crisálida partida y vacía, cuando vio el
rastro de oscuros jugos goteando desde la cáscara,
Isaac se oyó gemir espantado, y sintió cómo los
temblores paralizaban su cuerpo en una gélida marea
de carne de gallina que lo recorrió de arriba abajo. El
terror manó de su interior y rebosó a su alrededor,
como la tinta en el agua.
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