Page 950 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 950

Cuando por fin llegó al Cancro, estaba completamente

            desnudo bajo la menguante oscuridad.

                Sin  vacilar,  reuniendo  todas  sus  fuerzas,  había


            entrado en el agua.

                Había sido una travesía corta y fría hasta el bote. La

            había disfrutado, solazándose en la sensación, en el río


            negro que le limpiaba la porquería de la alcantarilla y

            los días de mugre. Había arrastrado la ropa detrás de


            sí, confiando en que el agua empapase las fibras y la

            limpiase.

                Había trepado por un costado de la balsa, y mientras


            se secaba le había hormigueado la piel. Yagharek era

            apenas  visible,  inmóvil,  vigilante.  Isaac  había  dejado


            sus ropas a su alrededor y había tirado un poco del

            alquitranado  para  extenderlo  sobre  él,  de  modo  que

            pudiera tenderse bajo su sombra.


                Contempló  la  llegada  de  la  luz  por  el  este  y  tiritó

            mientras la brisa le ponía la piel de gallina.

                —Aquí  estoy  —murmuró—.  Desnudo  como  un


            muerto al amanecer del río. Como se me ordenó.

                No sabía si la proclama de la Tejedora, canturreada

            aquella noche fantasmal en el Invernadero, había sido


            una  especie  de  invitación.  Pero  esperaba  que  al

            responder a ella pudiese convertirla en una, cambiando


            los patrones de la tela del mundo, tejiéndola en una

            conjunción que pudiera, confiaba, complacer a la diosa.




                                                           950
   945   946   947   948   949   950   951   952   953   954   955