Page 953 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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PODRÍAS SER... dijo en un monólogo continuo... RÍO Y
AMANECER AMANECE SOBRE MÍ LAS NOTICIAS SON
DESNUDAS... Las palabras decayeron hasta que ya no
resultaron inteligibles como tales y entonces Isaac
aprovechó la oportunidad para hablar.
— Me alegro de verte, Tejedora. Recordaba nuestro
acuerdo —respiró profundamente—. Necesitaba
hablar contigo —dijo. El canturreo zumbante de la
Tejedora se reinició e Isaac se esforzó por comprender,
por traducir el hermoso galimatías en algo que tuviera
sentido, en responder, en hacerse oír.
Era como mantener una conversación con un
durmiente o con un loco. Era difícil, agotador. Pero
podía hacerse.
Yagharek escuchó el apagado parloteo de unos niños
que iban al colegio. Caminaban en algún lugar detrás
de él, donde una senda cruzaba la hierba de la ribera.
Sus ojos parpadearon y se posaron sobre el otro lado
del agua, donde los árboles y las amplias y blancas
calles de la Colina de la Bandera se alejaban de las
aguas en una suave inclinación. También allí el río
estaba bordeado por una franja de hierba, pero en ella
no había sendas ni niños. Solo las silenciosas casas
separadas por vallas.
Yagharek juntó ligeramente las rodillas y se embozó
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