Page 983 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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desposeídos.
Al llegar a la puerta, volvieron las cabezas una vez,
rápidamente. Los dos levantaron la mano para
despedirse de Derkhan. La mirada de Isaac se dirigió
hacia el lugar en el que Pengefinchess los observaba
plácidamente. Con vacilación, alzó la mano hacia ella
mientras enarcaba las cejas en una pregunta muda:
¿Volveré a verte?, podía ser o, ¿Vas a ayudarnos?
Pengefinchess alzó su gran mano palmeada en una
respuesta evasiva y apartó los ojos.
Isaac se volvió, con los labios fruncidos.
Yagharek y él comenzaron su peligrosa travesía por
la ciudad.
No se arriesgaron a cruzar el puente del ferrocarril.
Tenían miedo de que un iracundo conductor de tren
pudiera hacer algo más que advertirlos con un silbido
mientras pasaba a su lado como una exhalación. Podría
mirarlos y fichar sus rostros, o informar a sus
superiores de la estación Malicia o de la estación del
Bazar de Esputo, o de la misma estación de la calle
Perdido, de que tres estúpidos desarrapados se habían
colado en las vías y se encaminaban al desastre.
El peligro de interceptación era demasiado grande.
De modo que, en vez de eso, Isaac y Yagharek bajaron
con dificultades por la cuesta que había junto a las vías,
sujetando el cuerpo de Andrej mientras se deslizaba
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