Page 986 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Allí había calles secundarias. Isaac y Yagharek
podían apartarse de las vías principales y marchar por
avenidas cubiertas de sombras. Pasaron bajo los
tendederos de ropa que unían las terrazas de los altos
y estrechos edificios. Eran observados por hombres y
mujeres vestidos en ropa interior que se apoyaban con
aire holgazán sobre los balcones mientras flirteaban o
charlaban con sus vecinos. Pasaron junto a montones
de desperdicios y tapas rotas de alcantarillas y desde
arriba los niños se inclinaban sobre ellos y les escupían
o les arrojaban pequeñas piedras y salían corriendo.
Como siempre, buscaban la vía del tren. La
encontraron en la estación Malicia, donde los trenes de
los Campos Salacus se separaban de la línea Sur.
Subieron furtivamente al paso elevado y abovedado
que pendía de forma inestable sobre los arcos del
Hogar de Esputo. Sobre las ruidosas multitudes, la
atmósfera empezaba a enrojecerse conforme el sol
ascendía en dirección a su cenit. Los arcos estaban
manchados de aceite y hollín e invadidos por un
microbosque de moho y tenaces plantas trepadoras.
Estaban inundados de lagartijas e insectos, alimañas
que buscaban refugio del calor.
Isaac y Yagharek entraron en un asqueroso callejón
sin salida que había junto a los cimientos de hormigón
y ladrillo de las vías. Descansaron. La vida se ajetreaba
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