Page 161 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
Corbell examinó la disposición de los ocho
botones con la luz de su casco. La cabina podía
matarle con tanta rapidez que ni siquiera se
daría cuenta. Pero apretar botones al azar…
Podía hacer algo mejor.
Eligió un botón: el quinto contando desde
abajo y a la derecha. Su símbolo era como una L
invertida, como una horca. Lo oprimió una vez,
hizo una pausa; dos veces, pausa; tres…
Fue a la cuarta vez. De pronto apareció una
iluminación difusa en torno al techo.
La puerta no se abría.
Eligió otro botón, fastidiado. Era como un reloj
de arena puesto de lado y hundido en los
extremos: 4‐4‐4‐4.
—Has cambiado dos veces de situación —le
informó Pirssa.
En esa oportunidad, la puerta se abrió.
Allí había esqueletos desintegrados con
idénticos… ¿uniformes? Ropas sueltas,
pantalones cortos, camisas sin mangas con
rollos de tela en los hombros. Las prendas
parecían nuevas bajo el polvo; eran de color
escarlata brillante con marcas negras. Debajo,
los huesos se veían carcomidos por el tiempo;
de cualquier modo, aquellos hombres no habían
sido muy corpulentos: cerca de metro y medio
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