Page 26 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
—Usted no sabe gran cosa sobre su propia
época, ¿verdad?
—¡Hombre, yo era arquitecto! ¿Qué podía
saber de astrofísica? No disponíamos de estas
técnicas pedagógicas —eso le hizo recordar
algo—. Pierce, usted dijo que había aprendido
inglés con inyecciones de ARN. ¿De dónde
provino el ácido?
Pierce sonrió y le dejó solo.
Le quedaban pocos recuerdos, y eso era algo
que casi había que agradecer. Pero muy
ocasionalmente, mientras yacía despierto en su
litera escuchando el susurro de los mil
durmientes y los sonidos distintos de las literas
para el amor, recordaba… a alguien. No
importa a quién.
Al principio era Mirabelle. Siempre Mirabelle.
Mirabelle al timón, mientras navegaban cerca
del puerto de San Pedro: bronceada, la cara
limpia, riendo, con sus gafas extravagantemente
grandes. Mirabelle, ya mayor y acusando los
meses de tensión, despidiéndose de él en el…
funeral. Mirabelle durante la luna de miel.
Habían crecido juntos durante veintidós años,
como dos ramas de un mismo árbol que se
desarrollan en contacto.
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