Page 262 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
P. 262
Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
frente a él y huyó dando un grito de terror; le
llegaba hasta el hombro y presentaba el aspecto
de un pavo en librea otoñal.
Al fin recogió una rama gruesa con un nudo
en la punta. Habría preferido un machete, pero
aquel garrote era bastante pesado. Armado con
él, salió a explorar.
El parque era una verdadera delicia.
Descubrió árboles frutales, nogales y plantas
que daban un fruto verrugoso, del tamaño de
un puño, cuyo sabor probaría más tarde. Pinos
y cocoteros luchaban por el espacio. Ciertas
enredaderas, cargadas de habichuelas, trepaban
por los árboles hasta estrangularlos. Corbell,
guiándose por una corazonada, arrancó algunas
plantas más pequeñas y descubrió que tenían
grandes raíces: patatas, zanahorias o nabos,
quizá. Aquellas plantas llevaban un millón de
años adaptándose a esa luz rojiza y al día
antártico de doce años; no era de extrañar, pues,
que le resultaran irreconocibles. Pero tal vez
fueran alimenticias una vez cocinadas. Para eso
tendría que encender fuego. O encontrarlo
encendido.
La planta baja de los Cuarteles Generales de la
Policía Internacional estaba limpia y vacía. No
261

