Page 427 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
—Todo bien —respondió Gording en voz alta.
Corbell esperó en medio de la oscuridad y el
silencio. Al fin su compañero dijo, desde cerca:
—¡Toma!
Tanteó hasta encontrar la mano de Corbell y
puso en ella algo pesado, explicando:
—Se la robé al solitario. Es su espada.
También le saqué el encendedor. ¿Dónde está
esa imagen del mundo?
—A lo largo de esa pared —respondió Corbell,
guiándole la mano.
El rayo de la linterna alumbró dos
proyecciones polares en las que aún aparecían
los casquetes helados. No había luces o
números iluminados que indicaran las rutas.
—¿Qué puerta nos corresponde? —preguntó
Gording.
—No lo sé.
—Los Varones tienen nuestro tchiple en su
poder. No podemos rendirnos, pues hemos
matado al solitario. Ellos pueden conocer el
modo de paralizar el prilatsil. Haz algo, Corbell.
—De acuerdo. Dame la moneda nominal.
La cogió y la insertó en la ventanilla de
pasajes. No ocurrió nada.
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