Page 432 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
P. 432
Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
—Mueve las mandíbulas —indicó. Y al
enseñarle como se hacía se le destaparon los
oídos.
El coche disminuyó la marcha antes de lo que
Corbell esperaba, pero los dos estaban jadeando
y Gording parecía intranquilo. Corbell sintió
una culpable satisfacción: hacían falta muchos
peligros y muchos riesgos desconocidos para
perturbar a su compañero. Se tapó los oídos con
las manos y abrió ampliamente las mandíbulas.
Sentía la piel fría y húmeda; su tensión era ya
insoportable.
Las puertas se abrieron y el aire les azotó,
cálido, pero no demasiado. Por la abertura se
veían luces mortecinas hacia el fondo, sofás y
alfombra‐nube. Extendió la mano hacia la ancha
espada del solitario.
En ese momento algo se movió en la puerta de
entrada. El cerebro de Corbell relampagueó con
una frase: ¡Mirelly‐Lyra! ¡Demasiado pronto! Y
cerró la puerta del vehículo en el instante en
que algo cruzaba el portal a toda velocidad. El
tenía lo que ella deseaba; podrían hacer un
trato.
431

