Page 234 - Dimension De Milagros - Robert Sheckley
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fofo—, hoy he descubierto el más sorprendente enjuague
bucal. Se llama ʹScopeʹ. Creo que mi aliento se mantendrá
perfumado por horas y horas.
Carmody tuvo una sonrisa irónica. ¡Qué fantástica
coincidencia! El jefe había tenido la suerte de encontrar el
mismo enjuague bucal que estuvo a punto de
recomendarle. ¡Y daba resultado! El aliento del señor
Ubermann ya no olía como un pozo de basura después de
la lluvia. Ahora invitaba al beso (para las muchachas,
naturalmente; Carmody no estaba interesado en esa clase
de demostración).
—¿Alguna vez lo oyó nombrar? —preguntó
Ubermann, y salió de la oficina sin esperar la respuesta.
La sonrisa de Carmody se hizo aún más irónica.
Había vuelto a fallar. Y sin embargo, ese fracaso le daba
una pequeña sensación de alivio. Las tendencias
consumidoras de los ejecutivos eran terriblemente
exasperantes y agotadoras hasta la desesperación. Sería
lo indicado para cierta clase de hombres, pero quizás él
no pertenecía a esa clase. Supongamos que lo hubiera
logrado... Ya podía anticipar con qué remordimiento
habría tenido que renunciar a su cincuenta y ocho por
ciento en artefactos de consumo: sus cupones Raleigh, su
gorra de piel de cerdo gamuzada, su corbata luminosa de
Navidad, su portadocumentos para viajes rápidos hecho
de Skai, su sistema de música estéreo KLH modelo 24, y
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