Page 231 - Dimension De Milagros - Robert Sheckley
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—ʹCloroxʹ —repitió Carmody, pensativo—. ¡Sí, ahí
está la cosa! ¡Mi blanqueador era demasiado débil!
Hizo un gesto que imitaba desesperación, mientras
Steen fingía un aire de triunfo. Carmody pensó en pedir
otra cerveza, pero no había disfrutado las dos últimas;
Steen era demasiado rápido para él.
Carmody pagó las cervezas con su tarjeta de crédito
de American Express y se dirigió a su oficina, en el piso
veintiuno del 666 de la Quinta Avenida. Saludó a sus
compañeros de trabajo con democrática camaradería.
Algunos trataron de envolverle con sus jugarretas, pero
no les hizo caso; sabía que su posición con respecto a la
vida, desde el punto de vista del status, era desesperada.
Había pasado la noche anterior pensando todas las
alternativas. La preocupación le produjo una aguda
jaqueca y molestias estomacales, y casi se perdió el
concurso de charlestón. Pero su esposa Helen (que en
realidad no se había ido de vacaciones), le dio un ʹAlka‐
Seltzerʹ. Con eso mejoró en un santiamén, y como había
planeado, salieron y ganaron el primer premio, gracias a
Alka‐Seltzer. Pero su problema persistía, Y cuando
Helen, a las tres de la mañana, le dijo que Tommy y el
pequeño Tinker habían tenido este año el 32 por ciento
menos de caries que el año anterior, él contestó:
—¿Sabes una cosa? ¡Apuesto a que es el ʹCrestʹ!
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