Page 453 - Kraken - China Mieville
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—¿Dónde está? —dijo—. ¡Nos están atacando!




                    —Esta mañana estaba.




                    El  gerente  era  un  kachina  de  madera  que


             arrastraba  los  pies  y  hablaba  con  el  acento


             hispánico  del  mago  expatriado  que  lo  había



             tallado, si bien lo habían fabricado y fichado para


             el sindicato de Rotherham.




                    —Tenemos que encontrarlo.




                    De hecho, Wati estaba acomodando sus visitas


             a los piquetes a la agenda de su otra investigación.


             El tanteo había dado sus frutos. De ahí su visita a


             un punto de huelga menor, periférico, donde unos


             perros  que  estaban  bloqueando  una  pequeña


             planta  de  enlucido,  y  fábrica  de  maldiciones  a


             tiempo parcial, fueron sorprendidos y agasajados



             por  la  visita  del  militante  líder  de  la  UAM.  Le


             informaron  de  la  situación  del  piquete.  Él  los


             escuchó,  sin  contarles  que  estaba  allí  para


             comprobar  una  pequeña  presencia  concreta  que


             creía haber detectado.




                    Los  huelguistas  le  ofrecieron  toda  una


             selección de cuerpos. Recopilaron en sus fauces a


             una  maltrecha  muñeca  de  un  solo  brazo,  un


             gnomo  de  cerámica,  un  oso,  la  figura  de  un





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