Page 980 - Kraken - China Mieville
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Tosió.
—Ponme en la oreja —dijo—. No puedo hablar
alto.
—¿Quién eres? —dijo ella. Ahora
Collingswood la estaba vigilando por el retrovisor.
—Soy Wati otra vez —dijo—. Tengo un
mensaje, así que escucha.
—Pensaba que estabas muerto.
—Yo también. No te laves las manos. Billy
necesita que hagas una cosa.
—¿Qué pasa ahí atrás? —dijo Collingswood—
. ¿Con quién estás de cháchara?
Marge levantó el dedo tan perentoriamente
que, sorprendentemente, Collingswood obedeció.
El pequeño mesías encadenado le estuvo
susurrando durante un largo rato. Marge asintió,
asintió, tragó saliva, dijo «Sí», como si estuviera
atendiendo una llamada telefónica.
—Dile que sí.
Finalmente, dejó caer el crucifijo por debajo del
cuello.
Suspiró y cerró los ojos, entonces miró a
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