Page 685 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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defensa de su planeta contra los invasores
alienígenas: los dioses de las estrellas. Sobre ella
recae en última instancia la responsabilidad por
la supervivencia de su especie. Una multitud de
mentes superiores a la suya han formulado el
plan que ella intentará llevar a cabo, pero serán
sus propias decisiones las que supondrán la
diferencia entre el éxito y el fracaso.
El viaje ascendente es largo, y Bianca tiene mucho
tiempo para reflexionar. El enemigo al que se
enfrentan es producto de una tecnología que le
resulta inconcebible, avanzada más allá de los
sueños de las científicas más importantes de su
pueblo, que usa herramientas de metal, fuego y
rayos, todas muy adecuadas para deidades
vengativas. Bianca dispone de frágil seda,
bioquímica y simbiosis, y el coraje de todas las
que pondrán sus vidas en sus manos.
Inquieta, Bianca teje y desgarra, teje y desgarra,
mientras sus camaradas y ella suben hacia la
oscuridad abierta del espacio, y hacia la tela
brillante que supone el mayor triunfo
arquitectónico de su pueblo.
Ya en órbita sobre la escultura tridimensional que
abarca todo el globo y a la que llaman el Gran
Nido Estelar, Portia se prepara para volar.
La gran red ecuatorial está cuajada de hábitats
que conducen unos a otros, se interconectan,
están en construcción o se desmontan. Se ha
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