Page 681 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
P. 681

biotecnológicos  escuchan  mensajes  de  radio,


              aguardan  el  retorno  de  las  mudas  llamadas  al


              vacío, y captan perturbaciones en la gravedad y

              en el espectro electromagnético: los temblores en


              los hilos que las advertirán de la llegada de un


              invitado.



              Han estado preparándose para este día durante

              muchas  generaciones.  Todo  el  planeta  lo  ha


              hecho,  desde  el  momento  en  que  finalmente


              atravesaron el abismo que las separaba de Dios,


              y el dedo de ella tocó sus patas. Su civilización al

              completo se ha unificado con un solo objetivo, y


              ese objetivo es la supervivencia.



              La Mensajera llevaba desde siempre intentando


              prepararlas, moldearlas a su imagen y dotarlas

              de las armas que pensaba que necesitarían para


              resistir la invasión. Solo cuando dejó de tratarlas


              como a niños (como a monos) fue capaz de hacer

              lo  que  quizá  debería  haber  hecho  desde  el


              principio:  comunicarles  el  problema,  y  dejarles


              encontrar una solución que estuviera al alcance


              de sus mentes y su tecnología.


              Una de las ventajas de que Dios haya dejado de


              moverse por sendas misteriosas es que el planeta


              entero  ha  alcanzado  una  unidad  inédita  hasta

              entonces.  Pocas  cosas  concentran  la  mente


              colectiva más decisivamente que la amenaza de


              la completa extinción. La Mensajera no cejó en su

              certeza  de  que  las  arañas  no  tendrían  ningún






                                                                                                       680
   676   677   678   679   680   681   682   683   684   685   686