Page 690 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
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—Lo que parece —respondió el jefe de
Seguridad, desconcertado.
—¿Está viva? —Los dedos de Holsten se
engarfiaron, luchando contra el impulso de
agarrar a uno de ellos y sacudirlo—. ¿Por qué
nadie…? ¿Por qué no…? ¿Por qué despertarla
solo ahora? ¿Por qué no está al mando?
Karst se tomó esto obviamente mal, pero Alpash
intervino.
—Despertar a Abuela no debe hacerse a la ligera,
según sus propias órdenes. Solo en caso de
emergencia, dijo. Nos ordenó: la próxima vez que
me despierte, quiero caminar sobre el planeta
verde.
—Te lo ordenó a ti, ¿eh? —preguntó Holsten.
—Se lo ordenó a mi madre, cuando ella era muy
joven —respondió el ingeniero, cruzando la
mirada desafiante del clasicista sin parecer
perturbado—. Pero está registrado. Tenemos
registros de muchas de las últimas declaraciones
de Abuela. —Se agachó ante la consola, y activó
un monitor que se estremeció y mostró un
mosaico de colores—. Pero ahora debemos irnos.
¿Comandante…?
—Sí, bueno, yo me quedaré protegiendo el fuerte
aquí, ¿de acuerdo? —dijo Karst, claramente aún
un poco resentido—. Vosotros despertad a esa
mujer, levantadla y enlazad conmigo. Ponedla al
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