Page 112 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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elastométrico,  la  mano  estaba  libre.  El  guante


               estaba  unido  a  una  red  de  cables  infinitesimales


               que  salían  de  devanadores  colocados  en  varios


               lugares de la estación de trabajo. Los devanadores


               actuaban  como  bobinas  motorizadas,  quitando


               tensión o moviendo el guante de un lado a otro


               para simular fuerzas externas. En realidad no eran


               motores  sino  pequeñas  fábricas  de  hilo  que


               generaban cables a medida que se necesitaban y,


               cuando  había  que  empujar  o  tirar,  los  volvían  a


               tragar y los digerían. Cada cable estaba cubierto de


               una funda protectora en acordeón de un par de


               milímetros  de  diámetro,  que  estaba  allí  por


               seguridad, para evitar que los visitantes metiesen


               la  mano  y  se  cortasen  los  dedos  con  los  hilos


               invisibles.





                   Cotton  trabajaba  en  algún  tipo  de  estructura


               elaborada  que  se  componía,  probablemente,  de


               varios  cientos  de  miles  de  átomos.  Hackworth


               podía verla porque cada estación de trabajo tenía


               un mediatrón que daba una imagen bidimensional


               de  lo  que  veía  el  usuario.  Eso  hacía  que  los


               supervisores que iban de arriba abajo pudiesen ver


               con facilidad a qué se dedicaba cada empleado.





                   Las estructuras que manejaban allí le parecían a


               Hackworth  dolorosamente  grandes,  aunque  él


                                                                                                          112
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