Page 113 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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mismo lo había hecho durante unos años. Toda la


               gente  en Merkle  Hall  trabajaba  en productos  de


               consumo  de  masa,  lo  que  no  exigía  demasiado.


               Trabajaban  en  simbiosis  con  grandes  programas


               que manejaban los aspectos repetitivos de la tarea.


               Era una forma rápida de diseñar productos, algo


               esencial  cuando  uno  se  dirigía  al  mercado  de


               consumo  fácilmente  impresionable.  Pero  ios


               sistemas  diseñados  de  esa  forma  siempre  eran


               enormes.  Un  sistema  automatizado  de  diseño


               siempre  podía  hacer  funcionar  algo  añadiéndole


               más átomos.





                  Cada  ingeniero  en  aquel  lugar,  diseñando  las


               tostadoras y secadores nanotecnológicos, deseaba


               tener el trabajo de Hackworth en Bes‐poke, donde


               la armonía de diseño era un fin en sí mismo, donde


               no se malgastaba un átomo y cada subsistema se


               diseñaba específicamente para la tarea. Ese trabajo


               exigía intuición y creatividad, cualidades que no


               abundaban ni se alentaban en Merkle Hall. Pero


               de vez en cuando, jugando al golf, en el karaoke o


               fumando un puro, Dürig o algún otro supervisor


               mencionaba a algún joven prometedor.





                  Como  lord  Alexander  Chung‐Sik  Finkle‐


               McGraw pagaba el proyecto actual de Hackworth,


               el Manual ilustrado para jovencitas, el dinero no


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