Page 349 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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El juez Fang se dio la vuelta y salió de la
habitación, rozando rudamente al Doctor X. Tomó
una dirección al azar y caminó, saltó y corrió por el
pasillo, pasando cinco puertas, diez, cincuenta,
luego se detuvo sin razón y abrió otra puerta.
Podría haber sido la misma habitación.
Casi sintió náuseas y tuvo que tomar severas
medidas para evitar las lágrimas. Salió de la
habitación y corrió por el barco durante un rato,
subiendo varias escaleras, pasando varias
cubiertas. Entró en otra habitación, elegida al azar,
y encontró el suelo cubierto de cunas, colocadas
cuidadosamente en filas y columnas, cada una con
una niña de un año durmiendo, vestida con un
pijama rosa con caperuza y un juego de orejas de
ratón, cada una agarrando una manta blanca de
seguridad, todas idénticas y enrolladas como un
animal de peluche. Aquí y allá, había una
muchacha de rosa sentada en el suelo sobre una
alfombrilla de bambú leyendo un libro o haciendo
punto.
Una de las mujeres, cerca del juez Fang, dejó el
punto, se colocó de rodillas y se inclinó ante él. El
juez Fang le devolvió el saludo, y luego se acercó a
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