Page 284 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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—Reintegración, ése es el nombre de la jugada.

               ¿Y qué viene después de la reintegración?

                      —¿Crees  que  podría  ser  el  paraíso...,  para


               siempre?  ¿Un  paraíso  terrenal,  mantenido  por  el

               sobrehumano y los humanos, conjuntamente?

                      —Nunca lo descubriremos si no nos movemos


               de aquí.

                      Muthoni lanzó al aire una moneda imaginaria.

               Y  como  que  era  imaginaria,  había  tomado  ya  su


               decisión.

                      —¿A qué esperamos? ¡Vamos allá!


                      Denise  se  volvió  para  contemplar  la  catedral

               desierta, y se pasó la lengua por los labios.

                      —Nunca  he  visto  un  bulto  así.  Supongo  que


               habrá que ira verlo. Y no me gusta quedarme sola.

               ¡Recuerdo cierto unicornio que...!


                      —Esa  fue  tu  imagen,  Denise:  el  bulto.  No  le

               obligues a serlo. No le obligues a nada. Deja que Él,

               o Ello, nos demuestre lo que es.


                      Y empezaron a bajar por la grieta, en fila india.






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                      Como cangrejos se arrastraron por la pendiente


               abajo, descolgándose paso a paso dentro de la es‐

               trecha grieta. Sean percibía el latido de su corazón


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