Page 289 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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—Es la célula primordial —continuó ella—.
Dios se ha convertido en esto. Las demás partes
suyas proceden de aquí..., y Él es ahora parte de
todo. ¡Maldita sea! ¿Cómo vamos a hablar con una
sola célula... aunque, de todos modos, sea una de
las nuestras?
—Deberíamos volver atrás y preguntárselo al
Dios —sugirió Denise—. Al portavoz. Al Cristo.
Sintió una oleada de amor hacia aquel persona‐
je vestido de rosa.
—¿Qué habrá pasado con la crucifixión? ¿Ha‐
brá bastado con una vez para todo el mundo..., pa‐
ra todos los mundos? —se corrigió.
—Éste no es un cristianismo canónico —dijo
Sean—. Recuerda eso. Es el evolucionismo gnóstico
de los alquimistas. Simbólicamente, Cristo es el
hombre perfecto. El alquimista que triunfase, asu‐
miría el lugar de Cristo. La «cristiandad» reempla‐
zaría a la personalidad anterior de ese hombre.
Knossos puede haberse convertido en el equivalen‐
te de Cristo, puesto que se ha crucificado en piedra
a sí miaño en el Infierno. Como veis, en el sistema
alquimista el hombre se redime a sí mismo y se
convierte en el Cristo, el hombre perfecto. El Dios a
quien vimos Denise y yo es el aspecto de «hombre
perfecto» de Ello.
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