Page 186 - Sumerki - Dmitry Glukhovsky
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           la  cabeza.  Los  horóscopos  predecían  incluso  el  número  de

           enemigos caídos, y si no morían los suficientes, siempre cabía

           la posibilidad de corregir la realidad mediante el sacrificio de


           varios prisioneros.


                  Esta  pasión  de  los  mayas  por  las  predicciones  les

           arrebataba toda angustia ante el futuro, así como todo miedo


           a la muerte. Los horóscopos infundían confianza en sí mismos

           tanto a los individuos como a los pueblos. Pero en el siglo X


           esta  manera  de  proceder  fue  la  culpable  de  un  desastre  que

           afligió a la totalidad de su civilización, del que no hablaremos

           aquí por falta de documentación satisfactoria.









                  Una  vez  más,  Yagoniel  inflamaba  mi  fantasía,  y

           luego  volvía  a  meter  dentro  de  la  chistera  mágica  el

           conejo  blanco  llamado  «Secreto».  Con  una  elegante


           reverencia, le agradecía al público su atención, y, sin la

           menor  traza  de  mala  conciencia,  pasaba  a  tratar  los


           problemas  de  la  crianza de  los  niños  entre  los  mayas,

           porque  el  singular  pasaje  pertenecía  al  capítulo  que

           versaba sobre esa cuestión.


                  Durante  esa  noche  y  el  día  siguiente  me  sucedió


           algo extraño: cuanto más clara era mi conciencia de que

           la aventura había terminado, mayor era el afán con el

           que  hojeaba  el  libro  de  Kümmerling,  repasaba  los



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