Page 304 - Sumerki - Dmitry Glukhovsky
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D Dm mi it tr ry y   G Gl lu uk kh ho ov vs sk ky y                                                                                                                              S Su um me er rk ki i   ( (C Cr re ep pú ús sc cu ul lo o) )


           las galerías por las que acababa de pasar, de tal modo

           que el laberinto cambiaba de forma sin cesar y en todo

           momento  me  impedía  seguir  la  ruta  que  me  había


           marcado al principio.


                  No era yo quien corría como un loco furioso por sus

           interminables pasillos: alguien me conducía, me abría y


           cerraba  trampillas,  me  hacía  llegar  datos  que

           necesitaba,  sacaba  de  escena  a  otros  jugadores  que  ya


           no  eran  necesarios  y  volvía  a  dejarme  sólo  en  el

           laberinto. Entonces, ¿no me quedaba ninguna elección,

           sino sólo una apariencia de ésta? ¿Y qué podía hallarse


           al  final  de  la  única  ruta posible,  la  ruta  que  me había

           prescrito ese alguien?


                  Lo más terrible de todo era que los acontecimientos

           aislados de los que se componía esta extraña y siniestra


           historia —la de ahora y también la del siglo XVI— no se

           dejaban  ensamblar  en  una  visión  de  conjunto.  Si


           hubiera conocido desde el principio las reglas del juego,

           tal vez hubiera podido tener un papel más activo.


                  Por  lo  pronto,  no  me  quedaba  ninguna  otra


           posibilidad  que  la  de  seguir  el  consejo  de  Juan  Nachi

           Cocom:  resistirme  a  la  tentación  de  volver  atrás,

           arrastrado  por  el  pánico,  y  avanzar  con  la  expedición


           española.






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