Page 135 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Faltaba una esquina para llegar cuando Alan vio

              parpadear  el  rótulo  luminoso,  que  en  letras  rojas,

              decía: CASA DE JUEGO ATLAS. Otra muestra más


              pequeña  decía:  Categoría  C.  Allí  no  se  negaba  el

              derecho  de  admisión  a  los  jugadores  mediocres  y

              de escasos medios.


                   A  Alan  se  le  empezó  a  alterar  el  sistema  ner‐

              vioso. En primer lugar, estaba en aquella ciudad de


              la Tierra para buscar a Steve. Hacía semanas que su

              imaginación  se  representaba  las  circunstancias  de

              ese encuentro, el cual iba a ver realizado.


                   La Atlas era una casa de juego que se parecía a

              la que tenía a su puerta aquel robot que Alan hubo


              de tirar al suelo. Un robot brillante, pintado de azul,

              estaba  en  la  cancela  del  local,  invitando  a  los

              transeúntes a entrar allí a probar su suerte. Alan se


              humedeció  los  labios  resecos.  El  muchacho  sentía

              frío por dentro y experimentaba la sensación de que

              no  podía  mover  los  miembros.  Pensaba  que  Steve


              no estaría allí.

                   Hawkes sacó unos cuantos billetes de su cartera

              y se los dio a Alan.


                   —Toma;  aquí  tienes  doscientos  créditos,  para

              que  te  los  juegues  mientras  miras  si  está  ahí  tu


              hermano.  Yo  te  aguardo  en  la  calle.  Se  escandali‐

              zaría  la  gente  si  viera  entrar  en  un  sitio  como  la



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