Page 230 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Visitaría Canopus y Deneb, Proción y Rigel, iría a

              todas  ellas.  Iría  de  una  estrella  a  otra,  desde  un

              extremo del Universo al otro.


                   El  brillante  óvalo  de  Venus  relucía  más  y  más.

              Se arremolinaba y enroscaba la capa nebulosa que

              envolvía al planeta hermano de la Tierra.


                   Virtualmente,  Venus  era  un  mundo  desconoci‐

              do.  Las  colonias  de  terrestres  estaban  establecidas


              en  Marte  y  Plutón;  pero  Venus  no  había  sido  aún

              explorado a causa de su desagradable atmósfera de

              formaldehído. Tanto si estaba habitado como si era


              inhabitable, ese planeta no reunía condiciones para

              la colonización.


                   La nave penetró en la capa nebulosa. La Cavour,

              que estaba siguiendo la órbita, dejaba detrás de sí y

              flotando los chorros de vapor gris. Alan navegaba


              ya  haciendo  él  de  piloto,  ejecutando  lo  mejor  que

              podía  y  sabía  las  viejas  ecuaciones  de  Cavour.

              Gobernaba  la  nave  haciéndola  seguir  una  extensa


              órbita en espiral a mil metros sobre la superficie de

              Venus. Ajustó la pantalla televisora.

                   Alan orbitaba sobre una llanura. Era fantástico el


              celaje  —de  colores  azules  y  verdes  de  diversos

              matices  sobre  fondo  rosa—,  y  el  aire  era  de  color


              gris algo oscuro. Al denso sudario de vapores que

              envolvía el planeta no lo atravesaban los rayos del



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