Page 88 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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para asirse de ellas los que por él pasaban. El
puente se mecía suavemente en la brisa.
—Es mejor que no mire hacia abajo —dijo
Hawkes—. Son cincuenta pisos.
Alan dirigió la vista al frente. Vio a mucha gente
en la azotea del edificio del otro lado, y había allí
una plataforma metálica — el joven no sabía de qué
metal.
Se acercó a ellos un vendedor. Alan creía que
vendía billetes para el torpedo; pero no, llevaba
entre las manos una bandeja con bebidas suaves.
Hawkes compró una. Alan iba a decir que no tenía
sed; no lo dijo, porque sintió que le daban un pun‐
tapié en el tobillo, lo que le hizo mudar de parecer y
sacar una moneda.
Cuando se hubo ido el vendedor, dijo Hawkes:
—Cuando estemos en el torpedo recuérdeme
que le he de explicar el nuevo plan económico que
tenemos en esta ciudad. Ahora llega.
Alan vio un aparato que tenía figura de torpedo,
pintado de color de plata. Pasaba silbando a través
del aire. Descendió sobre la plataforma. Era algo
semejante a un avión a reacción. Se formó cola, y
Hawkes puso en la mano un billete a Alan.
—Yo tengo un abono mensual, y así me resulta
más barato
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