Page 368 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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hecho algo malo? ¿Había maniobrado mal con el kit?
¿Se reían de ella?
Los aandrisks no se reían. Tenían los rostros
estructurados de forma distinta a la de los aeluones
entrelazados ahí al lado, pero su mirada era muy
parecida: amistosa, segura, seductora.
Querían bailar.
Sin decir palabra se acercaron a ella, ambos de cara
al kit como si formaran un triángulo ceñido. Por la
confianza y la facilidad con la que se tocaban, Sidra
asumió que eran familia de pluma; pero, claro,
siempre era difícil saberlo con seguridad con los
aandrisk. No sabía muy bien cómo proceder ahora
que bailaba con otros en vez de alrededor de otros,
pero mantuvo el ritmo y sacó archivos específicos
para grupos platónicos.
La mujer aandrisk se inclinó hacia el kit mientras
bailaban.
—¡Eres alucinante! —gritó.
Sidra no estaba segura de que sus circuitos fueran
capaces de contener más orgullo del que sentía en
aquel instante.
Sus compañeros de baile se miraron comunicándose
algo que Sidra no entendió. Le devolvieron la
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