Page 536 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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forma en que la ciudad cambiaba de ritmo y de
estado de ánimo mientras el planeta se tomaba el
respiro programado de la luz de sus soles gemelos.
Pero no ahora. Ahora tenía los circuitos saturados
con la situación actual, y nada de aquello era
agradable.
Los humanos habían salido a buscar comida y
suministros tecnológicos, y dejaron a Sidra y a Tak
solos para que analizaran el plan no negociable que
les habían arrojado al regazo. También habían dejado
atrás un desastre de restos a medio construir y
ensamblados a toda prisa que Pepper había
despiezado de su lanzadera contemporánea. Sidra
conocía cada componente al dedillo; había pasado el
tiempo suficiente en el Balde Oxidado, pero no tenía
idea de qué hacían sus configuraciones actuales.
Pepper no se había molestado en responder a sus
preguntas. Los aparatos funcionarían, dijo. Los
acabaría por la noche. Recuperarían a Lechuza a
medianoche. No hubo lugar para protestas.
Tak estaba sentada en el suelo, con la cabeza
arqueada hacia atrás apoyada en una pila de
almohadas baratas, entrechocando los pulgares.
Habría aparentado insatisfacción incluso si Sidra no
supiera qué significaba el amarillo mostaza de las
mejillas de un aeluon.
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