Page 561 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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—Bien —dijo. Por supuesto que se sentía bien. Uno


           no  podía  sentirse  mal  por  perder  algo  que  no


           recordaba tener. En otras circunstancias, aquello la


           habría molestado, pero tenía cosas más importantes


           de las que preocuparse. Había hecho espacio. Era el


           momento.



           Abrió  el  vacío  que  había  creado  en  sus  bancos  de


           memoria y llenó el perímetro con los protocolos que


           había escrito unas horas antes. Ahora ya no era capaz


           de evitar que le temblaran las manos, pero respiró


           hondo  para  calmar  su  respiración,  se  obligó  a


           inspirar y exhalar, fuerte y firme. Ella lo controlaba,


           no al revés.



           Tak la miró a los ojos.



           —Buena suerte —dijo; las palabras sonaron como si


           hubieran sustituido a otras.



           Sidra  se  recostó.  Expulsó  el  vacío,  como  una  red,


           como una mano abierta. Rodeó el paquete de código


           y  tiró  de  él  hacia  su  interior,  liberándolo  de  los


           bancos  que  lo  habían  mantenido  estable.  No  hubo


           nada delicado en lo que había hecho. El movimiento


           fue  veloz  e  instantáneo,  y  el  fardo  reaccionó  en


           consecuencia:  volvió  a  la  vida  con  una  sacudida


           desgarradora.  Ahora  tenía  energía,  y  también


           circuitos, y se lanzó con furia a por aquellos en los


           que Sidra había vivido, extendiéndose rabioso como




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