Page 168 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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muchacho.
Ningún rostro. Sólo una pálida mejilla, el brillo
de unos ojos al débil reflejo de un cigarrillo. Una
figura en sombras inclinándose sobre él.
—Éste es Tony —dijo—. Salúdale.
—Tengo que ir a casa —repuso Scott, dando un
paso hacia delante.
El muchacho le obligó a retroceder de un
empujón.
—¡Eh!, chico, me parece que no me has
entendido. Amigos, este chico no me ha entendido
—quería parecer amable y razonable.
—Chico, ¿no lo comprendes? —preguntó uno
de los otros muchachos—. Es muy divertido,
¿sabes? El muchacho debería comprendernos.
—Vosotros sí que sois divertidos —dijo Scott—
. Ahora, ¿queréis…?
—¡Eh!, el chico cree que somos divertidos —dijo
el muchacho de la gorra—. ¿Lo habéis oído,
amigos? Cree que somos divertidos —su voz había
perdido todo rastro de acento burlón—. Quizá
tendríamos que demostrarle lo divertidos que
somos —dijo.
Scott sintió una contracción en el estómago.
Paseó la mirada alrededor del círculo, incapaz de
dominar su miedo.
—Escuchad, mi madre me espera en casa —se
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