Page 1035 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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—Poseo una excelente memoria. Como habéis
señalado, no tiene mucho sentido describir con detalle
cosas que van a convertirse en lingotes. Pero para
asegurarse de que no hay maldiciones, no queda nada de
brujería…
Tanaquil había estado ordenando y disponiendo
varios artículos mientras hablaba, adornos, platos,
vasijas, figuras, grotescos a ojos de Castelar. Cuando los
tuvo dispuestos frente a él, metió la mano en la bolsa que
le colgaba de la cintura y sacó un curioso objeto propio.
Castelar se agachó y entrecerró los ojos para ver mejor.
—¿Qué es eso? —preguntó.
—Un relicario. Contiene el dedo de san Hipólito.
Castelar se persignó. Sin embargo miró más de cerca.
—Nunca he visto uno como ése. —Tenía el ancho de
una mano, con líneas redondeadas, y era negro excepto
por una cruz de material nacarado insertada en la parte
superior y, en la delantera, dos cristales que sugerían más
unas lentes que ventanas.
—Una pieza rara —le explicó el fraile—. Se la dejaron
los moros al partir de Granada, y más tarde fue
santificada por su contenido y obtuvo la bendición de la
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