Page 862 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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a los germanos. La guerra podría haber terminado allí si

           los  romanos  hubiesen  tenido  naves  disponibles  para


           bloquear la huida por el Rin.



                 Al enterarse, el resto de los líderes rebeldes tréveros

           también se batieron en retirada por el río. Burhmund se

           retiró a la isla bátava, donde los hombres que le quedaban


           se  dedicaron  a  la  guerra  de  guerrillas.  Entre  los  que

           mataron  se  encontraba  Brigántico.  Pero  no  podían

           mantener posiciones. La lucha más feroz vio a Burhmund

           y a Cerial enfrentados el uno contra el otro. El germano,


           intentado  reunir  sus  tropas  mientras  retrocedían,  fue

           reconocido;  los  proyectiles  llovieron  sobre  él;  apenas

           pudo  escapar  saltando  del  caballo  y  nadando  en  la


           corriente.  Sus  barcos  llevaron  a  Clásico  y  Tutor,  que

           desde  entonces  no  fueron  más  que  desconsolados

           parásitos.



                 Cerial  tuvo  un  contratiempo.  Después  de  ir  a

           inspeccionar  los  alojamientos  de  invierno  que  se


           construían para las legiones en Neuss y Bonn, regresaba

           por  el  Rin  con  su  flota.  Desde  sus  escondrijos,  los

           vigilantes  germanos  vieron  el  descuido  nacido  de  la


           excesiva confianza. Reunieron a un par de bandas fuertes

           y, en una noche nublada, atacaron. Los que invadieron el

           campamento romano cortaron las cuerdas de las tiendas



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