Page 573 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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La agarró; la rabia le ardía en el estómago. Acercó la
boca a la garganta palpitante de ella, listo para
asesinar en un instante.
—Te lo tengo dicho, no me hables. Tú eres el caos.
Ella no se revolvió, lo que asustó a Toum mucho más
que si lo hubiera hecho.
—¿Me ves en desacuerdo con las Nuevas Madres? —
preguntó—. ¿Me ves como una falsa verdad?
—No juegues conmigo. Sabes qué eres.
Ella se adelantó, pegando la garganta contra su boca.
—Entonces, ¿por qué no me matas?
Taum deseaba morder. Sería tan sencillo, tan rápido.
Podía sentir el pulso, rápido y profundo. Pero no
podía, y eso lo enfureció aún más. La empujó con
fuerza. Al caer Hiul, rompió una maceta y esparció el
fertilizante por el suelo. Otros ocupantes del jardín los
miraron. La mayoría, tras un vistazo, volvieron a su
comida, despreocupados por el desastre. Las
máquinas lo limpiarían.
Hiul rio, limpiándose un reguero de linfa de una
herida abierta cerca de la boca.
—«Sabes qué eres». Sí, sí, lo sé —dijo, levantándose.
Se le acercó de nuevo—. Y sé qué eres tú, Toum. Veo
el conflicto en ti.
—¡Soy guardia de la Nueva Madre!
Ella se acercó todavía más, y susurró:
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