Page 48 - En los muros de Eryx - H.P. Lovecraft
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¿No podía haberlo sospechado antes, conociendo
sus inusitadas habilidades arquitectónicas?
Estaba bien claro su objetivo. Era una trampa;
una trampa destinada a atrapar seres humanos,
con el esferoide de cristal como cebo. Estas
criaturas reptiles, en guerra con los recolectores
de cristales, habían recurrido a la estrategia y
estaban utilizando nuestra propia codicia en
contra nuestra.
Dwight —si es que este cadáver putrefacto es
efectivamente él— ha sido una víctima. Tal vez
cayó en la trampa hace algún tiempo y no
consiguió dar con la salida. Sin duda le
enloqueció la falta de agua, y puede que se le
agotaran también los cubos de clorato. Quizá no
se le desprendiera accidentalmente la máscara.
Es más probable que se suicidara antes que
afrontar una muerte lenta.
Había preferido quitarse la máscara
deliberadamente, dejando que la atmósfera letal
actuase en él de forma instantánea. La horrible
ironía de su destino radicaba en su posición:
había caído a unos pies de la salida salvadora sin
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