Page 58 - Limbo - Bernard Wolfe
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Antes de que Ubu pudiera decir nada, antes de
que Ooda pudiera encontrar las palabras para
expresar el miedo que estaba extendiéndose por
sus ojos, apareció Rembó cruzando el claro y se
acercó a la choza de sus padres.
—¿Me mandaste llamar, padre?
—Sí —dijo Martine—. Tengo un trabajo para
ti. Deseo que vayas al campamento de esos
extranjeros.
Los alertas ojos del muchacho se abrieron
mucho, pero no dijo nada.
—Llevarás un cesto de cassava dulce, y les
dirás que es el presente que Ubu prometió.
Seguro que se mostrarán muy educados y te
pedirán que te quedes y comas o bebas algo.
Acepta, y en el transcurso de la conversación, sin
demostrar ninguna curiosidad especial,
pregúntales algunas cosas acerca de su país que
necesito saber. ¿Crees poder hacerlo, Rembó? —
Sí.
Martine empezó a enumerar, una por una, las
cosas que deseaba saber, entrando
cuidadosamente en detalles en aquellos aspectos
que no significaban mucho para el muchacho:
pasaportes, itinerarios, divisas, vestidos, etc.
Cuando hubo terminado el muchacho asintió,
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