Page 62 - Limbo - Bernard Wolfe
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dos piernas, formadas y teñidas por hemisferios



            opuestos, una en los frondosos suburbios de Salt


            Lake City, la otra en una jungla a varios cientos


            de  kilómetros  al  sudeste  de  Antananarive,


            estaban  tendidas  ahora  lado  a  lado  sobre  un


            colchón  de  espuma  de  caucho  en  mitad  del


            océano Indico. Una de ellas llena con la mesiánica


            sangre de los mormones, la otra con una mezcla



            bantú‐árabe‐malaya  llamada  mandunji.  Una


            unión capaz de sorprender a un Kipling...


                  Ooda  emitió  un  suave  sonido  sibilante


            mientras inspiraba profundamente, llenando sus


            pulmones de humo de ganja, inhalando al mismo


            tiempo relajación cinestética, intentándolo.



                  ...Conocer. El nunca había conocido realmente


            a nadie antes, pensó con sorpresa. A nadie allá en


            su  país:  ni  a  su  padre,  ni  a  su  madre,  ni  a  sus


            amigos y compañeros de estudio.



                  ¿Había conocido realmente a Helder, su amigo


            más «íntimo», después de todos aquellos años de


            vida en común? O a su ex esposa Irene; ¡oh!, a ella


            menos  que  a  nadie.  Todos  eran  desconocidos,


            lanzándose simplemente sonidos estereotipados


            los  unos  a  los  otros,  y  a  eso  era  a  lo  que  se  le



            llamaba intimidad. Mientras que aquí, tendida a


            su lado, morena y apasionada y gimiendo ahora


                                                                                                         62
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